jueves, 29 de octubre de 2015

Ensayo

Muchos Católicos que asisten a misa todos los domingos no saben que las aclamaciones y oraciones de la misa son textos bíblicos. El evangelio hoy termina con palabras bien conocidos.

Bendito el que viene en el nombre del Señor (Lc 13, 35)

Es parte de un himno que cantamos cada vez que celebramos la misa.  Lo llamamos el Santo, Santo, pero en griego lo llaman «el himno de victoria».

La primera parte del texto que canta viene del Libro de Isaias (6,3)

¡Santo santo, santo es el Señor de los ejércitos! Toda la tierra está llena de su gloria!

Es el canto de los angeles ante el trono de Dios.

La segunda parte que cantamos viene del Evangelio de San Mateo (Mt 21,9), 

¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!

En San Lucas los Fariseos tienen miedo. Saben que Herodes quiere matar a Jesus y ellos no quieren ser «culpable por asociación».  Creen que sea mejor que él se vaya. 

Pero Jesus no tiene miedo, puedo superar el miedo con la fe. El no cree sino sabe que el amor de su Padre es inagotable.  Y él sabe que al final su Padre vencerá.  Por eso en griego este se llama «el himno de victoria».

Cada vez que lo cantamos en la misa debemos cantarlo con la misma fe, la misma confianza.

El miedo es una parte normal de la vida. Jesus entiende que nos sentimos miedo. Por eso repetía tantas veces «No tengan miedo». Cuando tenemos miedo oremos que Dios nos da la fe, la fe que al final el mal no puede vencer.  Cantamos el himno en la misa como ensayo. Al final cantaremos alrededor del trono con los angeles. Y con El venceremos. De eso, podemos estar seguros.